Esta temporada nos hemos centrado en la comodidad y la discreción. Nada hay tan llamativo como la calidad. Desde adolescentes audaces, a provectas expertas en moda, cada vez más clientas confían en nosotros. Nos descubren cada año. Se sorprenden. No comparten un rango de edad, más bien, un rango de sensibilidad. En general, son mujeres que tienen un rico mundo interior, divertidas, se visten para ellas mismas, no gustan de las series B. No toman café en vaso de plástico. Por lo demás, cada cual tiene su propia idiosincrasia. Y nosotros estamos preparados para romper moldes. Tejidos de calidad en confecciones impecables. Tendencias extremas que convertimos en clásicos. Prendas y accesorios de largo recorrido.
Revisitamos el blog después de mucho tiempo de priorizar las redes. El scroll infinito nos ha dejado el cerebro en estado letárgico a base de continuas imágenes que nos hacen pensar en la reeducación de «La naranja mecánica» o en los perritos de Pavlov. Puestos a elegir, nos quedaremos en este tranquilo remanso poco frecuentado, aquí el agua se renueva suavemente, sin corrientes, sin masificación de bañistas, sin música a todo volumen. Y aquí, sí, menos es más.
Cada persona tiene su ámbito. Un algo que le rodea, intangible, pero tan perceptible como el olor. Tan irrepetible como una huella dactilar, pero de una plasticidad asombrosa. El ámbito es el resultado del trabajo que hace cada cual dentro de sí, y está en constante evolución. Se actualiza con cada nueva experiencia, con cada exigencia, con cada disciplina. Absténganse los que no tengan nada que mejorar. Y en eso estamos nosotros, encandilados con esos ámbitos fuertes, espontáneos, inconscientes y alegres. Haciendo énfasis en el detalle, evitando lo evidente. Argumentando a favor y en contra, igualando miembros en la ecuación. Precisión e intensidad lacónica para una colección que se declara rehén del buen estilo.