Filosofía

 No vemos TV.  Nada nos importa lo que se pongan las princesas de palacio o  de barrio.  No somos fan de ningún personaje público y las 'influencers' nos aburren sobremanera.  Valoramos nuestro tiempo.

El gusto por la  ropa o la vestimenta nace, en nosotros, de la neta introspección, de un sentimiento personal e intransferible del que forman parte esencial los sentidos. Como cuando vemos una exposición o leemos un libro o escuchamos interpretar una partitura. Puro placer.

Nunca hemos pretendido ser originales. Lo somos, en ocasiones para sorpresa propia, cuando aplicamos la lógica más sencilla y nos guiamos por nuestras referencias.
 En un mundo de seguidores cuesta muy poco ser diferente.

Los años nos han reafirmado, sin cremas milagrosas, sin bálsamos de Fierabrás.  Hemos agudizado nuestro sentido crítico, tamizamos más fino y exigimos para nuestro deleite, y el vuestro, cada vez más.

Ni estridencias ni clones.  Funcionalidad y calidad para disfrutar de la experiencia de vestir como nos apetece.